Una tarde de agosto empecé a pintar este paisaje soleado.
La idea era un atardecer aunque resulto ser un amanecer. Al ver esta pintura me
vienen a la mente esos días cálidos de verano.
En este cuadro comencé a mezclar colores como amarillo claro y oscuro con un toque de naranja sobre el azul del
mar para ver cuál sería el efecto final.
Al quedar conforme con el resultado, seguí aplicando este método en algunas de mis pinturas tanto en el mar como en el cielo.